Las herramientas para venta tanto del equipo externo (vendedores de mayoreo), como internos (mostrador), suelen ser muy variadas y abarcar medios tan distintos como uniformes, tablets, teléfono, muestras, volantes, sitios web, etc.

Entre tanto de donde escoger, muchas veces dejamos por fuera una vieja y confiable herramienta. Si, nos referimos a los catálogos.

Con los nuevos tiempos, normas de respeto al medio ambiente y presupuestos encogidos, muchas veces nuestro equipo de ventas no sabe enfrentarse a esta temible pregunta: ¿Y, tiene catálogo?

La interacción entre las personas cambió totalmente con el COVID-19, sin embargo las conexiones más efectivas siguen siendo de cara a cara (debidamente protegidos), es por esto que nuestros catálogos deben cambiar.

Ya no basta con imprimir miles de copias, folletos o el bienaventurado “tri-fold”, el catálogo ha evolucionado y los tuyos deben hacerlo también.

Un catálogo moderno suele contener texturas de los productos o incluso recortes, todo lo que pueda hacer que la experiencia del cliente final sea mucho más interactiva.

Para salir del molde, una tablet con un video corto suele hablar más de nuestros productos que cientos de páginas de catálogo y ayudarte a captar el interés de los clientes.

¿Y tu empresa ya evolucionó?

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